Los discos de freno y las pastillas son los elementos más importantes en la seguridad de un vehículo. Por ello, su mantenimiento es fundamental para la seguridad de todos los conductores, ya que los datos lo certifican: un 25% de los coches no pasan la ITV por deficiencias en este sistema.
Se recomienda controlar los frenos cada 15.000/20.000 kilómetros, si bien deberá realizarse inmediatamente cuando se produzcan vibraciones. Las principales señales que indican el desgaste o deterioro del disco y las pastillas son:
– Encendido del testigo de señalización (si lo hay, y solo para las pastillas).
– Ruidos durante la frenada.
– Presencia de vibraciones.
– Presencia de líneas circulares profundas o grietas radiales en la banda de frenado
– Señales de sobrecalentamiento..
En determinados casos, también el nivel del líquido de frenos puede facilitar información útil sobre el desgaste de los discos y las pastillas.